LO MEJOR DE LOS GOYA: ANA MARÍA RUIZ LÓPEZ Y CERVANTES

La gala de los Premios Goya 2021 fue diferente por varias, obvias, razones. No había un humorista presentador sino un actor y una profesional sin ganas de provocar las risas del público, que brillaba por su ausencia. Antonio Banderas tiró de agenda y tiró bien. Comparecieron en el escenario glorias nacionales (algunas parecían pulpos en garaje) y en pantalla muchas, muchas glorias internacionales.

Se rindió obligado homenaje a Luis García Berlanga, director de la impagable Plácido y otras joyas del cine español y se entregó, presencialmente, un goya de honor a la extraordinaria Ángela Molina.

La música fue de lo peor y una mujer llamada Nathy Peluso batió todos los records del mal cantar. No sé muy bien a qué venía La violetera en la ceremonia pero nos hizo recordar a Sara Montiel, que no era ni buena actriz ni buena cantante pero era una estrella. Esta diferencia, si me permiten el paréntesis, es la que Richard Burton nunca entendió bien en relación con su señora, Liz Taylor. A él le respetaban, le admiraban; a ella la adoraba el público. Nathy Peluso, que canta horriblemente mal y, seguramente no lo necesita, es, imagino, una de esas estrellas del nuevo panorama de youtubers, influencers, timadores y demás pícaros de este nuevo Patio de Monipodio que surge al amparo de las redes sociales. Antiguamente, los pícaros se buscaban la vida leyendo romances, distrayendo bolsas despistadas, vendiendo elixires mágicos… Ahora basta con decir burradas o tonterías sin fundamento para tener una legión de seguidores. Vale.

Digo vale porque así concluye, si no recuerdo mal, el prólogo de la primera parte del Quijote. Y aquí entra en acción lo mejor de la gala. Una no actriz, enfermera por más señas, llamada Ana María Ruiz López, protagonizó el mejor momento de la noche, presentando el premio a la mejor película, superando a todos los invitados, profesionales, veteranos, despistados, y con una cita gloriosa de Don Miguel, ese genio absoluto de nuestras letras, ese ejemplo mayúsculo de talento y hombría de bien. Del capítulo XVIII de la primera parte del Quijote, Ana María recordó: “… presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.” *

La gala propició, también, dos recados. Alberto San Juan, aprovechando su premio, mandó al PSOE un aviso de Podemos sobre el derecho a la vivienda. Mabel Lozano, ganadora del premio a mejor corto documental con su Biografía del cadáver de una mujer muerta, mandó otro aviso sobre la trata de mujeres. Supongo que el vicepresidente de asuntos sociales, la ministra de igualdad y el ministro de consumo, por su responsabilidad en el gravísimo asunto, habrán tomado buena nota.

Y ustedes dirán que se habla poco de cine. A mí, este año, como a tantos otros, los premios me han pillado sin ver las películas, de manera que poco puedo opinar. Ya veremos.

*

DON QUIJOTE. PRIMERA PARTE.CAP. XVIII

—Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca. Así que no debes congojarte por las desgracias que a mí me suceden, pues a ti no te cabe parte dellas.

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